EL OPTIMISMO


No hay que confundir el optimismo con la alegría. El optimismo no conduce siempre a una alegría expresada sino que proporciona paz interior a la persona, y esa paz proporciona una belleza serena que ilumina la personalidad. También en muchas ocasiones alegra la vida, pero no necesariamente siempre. Cuando ocurre una desgracia, por ejemplo, la persona optimista estará triste, pero no desesperada.

El optimismo vence al desaliento y al abandono que siempre afean la personalidad.


La persona optimista es la que espera, piensa, desea, etc, siempre lo mejor pero sabe aceptar cualquier otra solución deportivamente y con paz. Ser optimista cuando todo sale bien es bastante sencillo, pero el triunfo personal, los éxitos conducen a un optimismo falso. Pensará que es optimista porque no ha fracasado, no tiene razones para el pesimismo, pero no es optimista.






"Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto".

(Henry Ford)

2 comentarios:

  1. Yo me considero una persona bastante optimista, aún cuando las situaciones sean difíciles. Recuerdo que todo pasa por una razón y entonces supero más rápidamente las dificultades. En el mundo actual hay que ser optimista y alegre, hay que tener humor y si se puede, animarse a escribir lo que uno siente, es una terapia excelente y ayuda a entender un poco más el mundo y a nosotros mismos. Yo soy escritora y realmente doy fe de que ser optimista otorga una mejor calidad de vida, aún cuando los problemas abruman.
    A ser optimista, positivo, con sentido del humor y alegre. Es posible.
    Saludos :)

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  2. Un ejemplo de optimismo realmente imitable: Los 33 mineros chilenos atrapados. Si ellos no hubieran mantenido su optimismo, ¿dónde estarían ahora?
    Un verdadero ejemplo a seguir.
    Saludos :)

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